Ofrecemos una nueva entrega en nuestra sección dedicada a ingenieros andaluces relevantes. El ingeniero al que hemos dedicado el post de este mes es el vicedecano del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur (miembro de ASIAN), Jesús Portillo García-Pintos (Avilés, 1968), quien goza de un amplio perfil profesional. Funcionario de Carrera de la Escala de Titulados Superiores del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo con el número 1 de su promoción, en la actualidad desempeña el cargo de Jefe de Protección Civil de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

El vicedecano de los Ingenieros de Minas sabe muy bien lo que trabajar en situaciones extremas, donde hay que reaccionar rápida y eficazmente (catástrofes naturales, por ejemplo) y en esta entrevista nos habla de su experiencia y su interesante trayectoria. ¡Te invitamos a conocerle mejor!

-Jesús ¿Cuál ha sido su trayectoria académica y profesional?

-Cursé mis estudios de Ingeniería de Minas, especialidad Combustibles y Energía, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Oviedo, obteniendo mi título en 1992 y, tras la realización del servicio militar, en el año 1993 me incorporé al Centro Nacional de Medios de Protección de Sevilla dependiente del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo como contratado laboral. Con posterioridad adquirí la condición de funcionario de carrera de la Escala de Titulados Superiores de dicha institución, en la cual desempeñé mi actividad laboral hasta el año 2010 en el que pasé a desempeñar el puesto de Jefe de Protección Civil de la Delegación del Gobierno de España en Andalucía hasta el momento actual.

Complementariamente completé mis estudios de doctorado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, dentro del Programa de Ingeniería de Organización, obteniendo el título de Doctor Ingeniero Industrial en el año 2002. Durante ese periodo, en el año 2000, obtuve una plaza de Profesor Asociado en el Departamento de Organización Industrial y Gestión de Empresas de la Universidad de Sevilla, la cual mantengo en la actualidad.

Adicionalmente, tengo una activa participación en mi Colegio Profesional (Ingenieros de Minas del Sur), del cual fui Secretario en el periodo 2001 – 2016,  siendo en el momento actual Vicedecano desde el año 2016.

-¿Cómo logra desempeñar ambas tareas profesionales, Jefe de Protección Civil y profesor en la ETSI?

-En el momento actual, mi actividad principal como funcionario de carrera la desempeño en la Delegación del Gobierno de España en Andalucía. Desde que ocupo la Jefatura de la Unidad de Protección Civil, he reducido el número de horas de docencia como Profesor Asociado en la ETSI, dado que la primera actividad requiere una dedicación bastante intensa.

Creo que el poder desarrollar ambas actividades resulta enormemente enriquecedor, ya que, por un lado permite integrar en la docencia universitaria conocimientos y experiencias actualizados que habitualmente se desarrollan en la práctica profesional externa al mundo universitario (en este caso, los relativos a la gestión de los riesgos), lo cual constituye la esencia y finalidad  fundamental de la figura del Profesor Asociado, mientras que por el otro, me permite trasladar al ámbito profesional avanzados conocimientos provenientes del ámbito de la investigación académica. A título de ejemplo, podría mencionar que recientemente hemos desarrollado en uno de los grupos de investigación de la ETSI a los que pertenezco un modelo de estimación de flujos de tránsito de vehículos en la Operación Paso del Estrecho basado en redes neuronales que nos ha resultado muy útil en el ámbito de la Protección Civil estatal para la planificación de la Operación.

-¿En qué consiste su principal ocupación?

-Las principales actuaciones de la Unidades de Protección Civil del Estado, las cuales tienen dependencia orgánica de la Delegación del Gobierno de España y dependencia funcional del Ministerio del Interior, vienen determinadas por las funciones propias del Sistema Nacional de Protección Civil regulado por la Ley 17/2015.

En concreto, el ciclo de gestión de las emergencias contempla actuaciones en los campos de anticipación y prevención (análisis de riegos, asesoramiento a demanda y enlace con el Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias de Protección Civil), planificación y respuesta (participación en los Comités Asesores y de Operaciones de los Planes Territoriales y Especiales de Emergencias y coordinación de recursos territoriales de titularidad estatal) y recuperación (tramitación de solicitudes de ayuda derivadas de situaciones de emergencia), fundamentalmente.

–Tenemos entendido que recientemente la asociación Aminer recibió propuestas del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur para mejorar la administración del sector andaluz ¿Nos puede detallar esta propuesta del Colegio?

-Desde el Colegio venimos observando con profunda preocupación que la actual coyuntura no es especialmente propicia para facilitar el desarrollo de una actividad tan relevante y sustancial como es la industria extractiva. Ello nos ha llevado a elaborar la batería de propuestas a las que alude en su pregunta, las cuales hemos hecho llegar al Presidente de la Junta de Andalucía y que, en el momento actual, estamos difundiendo entre las principales organizaciones asociativas del sector.

-¿Cuáles son las propuestas del colectivo de ingenieros de Minas?

-Hemos identificado tres grupos de elementos prioritario sobre los que entendemos que sería capital desplegar una serie de actuaciones adecuadas para solventar los graves problemas detectados, que son:

• Gestión y ordenación de los recursos humanos con los que cuenta la administración autonómica para el tratamiento administrativo de la actividad minera.
• Adecuación del marco jurídico-administrativo de referencia
• Reforzamiento de la imagen social de la actividad y promoción pública de la misma

Para cada uno de ellos, detallamos aspectos concretos sobre los que sería preciso actuar para subsanar las deficiencias observadas. Podríamos mencionar la necesidad de clarificación de las dependencias orgánica y funcional de los órganos encargados de la gestión administrativa de la actividad extractiva en el ámbito territorial, la restitución de órganos directivos especializados (a este respecto, y de manera específica por parte del Colegio se ha solicitado a la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades que se restablezca la figura de la Dirección General de Minas), la dotación de recursos (humanos y materiales) adecuados para el desempeño de sus funciones, la simplificación de los procedimientos administrativos, el fomento de la investigación y la innovación en materia de tecnología minera o la promoción de campañas divulgativas de las bondades del sector, entre las más relevantes.

–El Colegio de Minas reclama a la Junta de Andalucía que promueva «medidas que aporten seguridad y garantía jurídica» y faciliten la atracción de inversiones. ¿Cómo se concretaría esto?

-En un doble sentido. En primer lugar, convendría reformular el cuerpo de garantías jurídicas que regula la actividad del empleado público, de manera que se le proteja especialmente en el ejercicio estricto de sus funciones. Debe garantizarse un entorno administrativo y judicial que permita que los excelentes profesionales que desempeñan su labor en la función pública puedan aplicar con serenidad, rigor y racionalidad sus conocimientos.

En segundo lugar, unificando y clarificando el marco normativo que afecta al desarrollo de la actividad extractiva. En el momento actual existe una sobrerregulación normativa en algunos ámbitos (ambiental y urbanístico fundamentalmente) que duplica trámites y procedimientos en la actividad minera. Es preciso desarrollar un marco jurídico homogéneo y estable en el tiempo que permita la coordinación e integración de las políticas de planificación y gestión del dominio público minero con la planificación de la protección ambiental, la urbanística y de ordenación del territorio, así como con la planificación de infraestructuras y la planificación del desarrollo económico regional.

-Al hilo de esto (inversiones), la minería parece estar experimentando en los últimos meses un auge en Andalucía, como sector esencial para su desarrollo: hay varios proyectos que se han reactivado y otros sobre la mesa. ¿Cuál es su opinión?

Las perspectivas del sector en Andalucía presentan un gran potencial, sin duda alguna. Es preciso recordar que Andalucía lidera desde hace algunos años el sector minero nacional con una producción que se aproxima al 40% del valor de la producción total y un empleo próximo al 25% del total nacional del sector. Más de 20.000 personas están empleadas, directa o indirectamente, en la industria extractiva andaluza, y Andalucía es la región española en la que se encuentran las reservas más importantes del país de minerales básicos como son el cobre, cinc, níquel y plomo, siendo las mayores de Europa en el caso del cobre y del cinc, y del yeso como mineral industrial.

A mayor abundamiento, el volumen de inversiones en el sector en los últimos años se ha situado por encima de los 4.000 millones de euros y existe un convencimiento generalizado dentro de los profesionales del sector de la posibilidad de descubrimiento de nuevos e importantes yacimientos gracias a las nuevas tecnologías de exploración y de investigación de las que se dispone actualmente.

No obstante, para que las empresas que actualmente desarrollan su actividad en Andalucía amplíen sus ámbitos de actividad y que aquellas dispuestas a acometer nuevos proyectos de inversión los lleven efectivamente a término, debe existir un impulso político en Andalucía para esta actividad esencial que agilice la obtención de los correspondientes permisos de actividad, por supuesto siempre con las máximas garantías técnicas y jurídicas.

-¿Hasta qué punto es necesaria e importante la alineación administración-empresas-colegios profesionales?

-Resulta esencial. Las políticas eficaces y perdurables en el tiempo deben provenir de un generalizado acuerdo de las distintas partes implicadas en relación con la materia regulada si se quiere garantizar la eficacia de las mismas. Sólo aunando esfuerzos y voluntades se puede alcanzar un avance significativo y sostenido en el tiempo, cuestión esta especialmente necesaria en el momento actual en el que nos enfrentamos a importantes desafíos (como son las transiciones energética y tecnológica) que supondrán una profunda reconfiguración del actual entorno socio-económico.

En este escenario, los colegios desarrollan un papel fundamental, al estar en disposición de aportar la experiencia y conocimientos de los profesionales del sector concernido bajo estrictos criterios de rigurosidad e imparcialidad.

-Entrando en el ámbito de la Universidad, ¿diría que hacen falta más Ingenieros de Minas?

La presencia de los Ingenieros de Minas en la Universidad tradicionalmente ha sido de especial relevancia no solo a nivel nacional, sino también internacional. Para ilustrar esta afirmación basta con considerar la figura de Henri Poincaré, por ejemplo.

La sólida formación del Ingeniero de Minas le convierte en un profesional de enorme versatilidad, capaz de contribuir de manera muy fructífera y eficaz al caudal de multidisciplinariedad que, a mi entender, debe constituir el núcleo fundamental de la actual docencia universitaria en las especialidades técnicas.

A este respecto, la presencia de Ingenieros de Minas en diversos campos de la enseñanza universitaria es muy habitual en aquellos entornos geográficos en los que tradicionalmente nuestra profesión ha tenido un importante arraigo y que cuentan con Escuelas de Minas de reconocido prestigio, como son los casos de Madrid y Oviedo, que son los que mejor conozco.

-¿Y la presencia en Andalucía?

-Para el caso de Andalucía, la presencia es significativamente menor al no haber dispuesto de enseñanza superior en materia de Ingeniería de Minas prácticamente hasta la actualidad. De hecho, en la impartición de los estudios de Máster en Ingeniería de Minas recientemente implantados en nuestra Comunidad Autónoma, paradójicamente la presencia de Ingenieros de Minas entre el profesorado es prácticamente residual. Objetivamente, esta situación no es la más deseable y entiendo que debiera ser subsanada consecuentemente.