«El Ingeniero Agrónomo está capacitado, por formación, para realizar el proyecto industrial y agroalimentario que quiera»

«Los ingenieros agrónomos estamos presentes en toda la cadena de valor de la industria agroalimentaria. En el ámbito enológico, la dirección de proyectos es una de sus labores fundamentales».

Así lo afirma Miguel Ángel Otte del Pino, ingeniero agrónomo -madrileño de nacimiento y jerezano de adopción- especializado en Industrias Agrarias. y delegado en Cádiz del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía. Además, es director gerente y proyectista de la Ingeniería Otte&Merino, Ingenieros SL, una firma especializada en proyectos industriales y agroalimentarios y afincada en Jerez de la Frontera desde 1985.

El COIAA incluye una amplia e interesante entrevista con su delegado en Cádiz en su última revista ‘Suplemento Especial dedicado a Andalucía’ de Noviembre de 2022, que publica en colaboración con Editorial Agrícola.

En la entrevista, Otte del Pino desgrana los valores de ser ingeniero agrónomo y describe las características de la línea de trabajo en la que es especialista, ingeniero agrónomo proyectista. «Nuestro ámbito de trabajo es enorme y diverso. Un ingeniero agrónomo es un referente en campos tan diversos como la investigación, enseñanza, explotaciones agrícolas, sanidad vegetal o animal, industrias, seguros, construcción, etc. Pero toda actuación tiene un denominador común: el título de Ingeniero Agrónomo. Y tenemos que estar orgullosos de nuestra profesión y nunca olvidarnos de que somos ingenieros».

Para Otte del Pino, «la carrera de Ingeniero Agrónomo, al tocar tantos ámbitos, te posibilita para desarrollarte en otros tantos sectores, todos preciosos. En la Escuela decíamos que era la profesión con más “campo”. Afirma que es una profesión «tan gratificante, que te permite desarrollarte y evolucionar en muchos aspectos. Esa peculiaridad tan ambivalente es lo que debe hacerse atractiva para la incorporación a las escuelas de los alumnos. Yo personalmente lo recomiendo».

Sobre los retos a los que se enfrentan estos profesionales en un contexto en que el sector de la producción de alimentos se ve afectado por la falta de agua e incremento coste de la energía y de las materias primas, el ingeniero afirma que » los retos y límites nos lo ponemos nosotros mismos. Adaptarnos a las nuevas tecnologías y tiempos es esencial para desarrollar un tejido industrial esencial para la evolución del mundo. Con formación, energía y honestidad podemos hacer lo que queramos».

FUENTE: Depto. de Comunicación del COIAA.

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