El ingeniero Neil Armstrong

Neil Armstrong no es solo el nombre del primer astronauta que pisó la Luna, sino el de uno de los miles de ingenieros que se sienten orgullosos de su típica forma de ser y afrontar la vida y, sobre todo, de su profesión. Y, desde hace unos días, es además el protagonista de una nueva película que acaba de anunciar su director Damien Chazelle reciente ganador de un Oscar.

Pero aparte de la película, merece la pena ver un original video que recoge sus famosas declaraciones sobre qué es un ingeniero (“Yo soy, y siempre seré, un ingeniero “rarito” de calcetines blancos y protector en el bolsillo”), para qué sirven los ingenieros, qué es la tecnología y cómo será el futuro del planeta Tierra.

El video puede verse aquí, y ha sido realizado por Jorge Cham, dibujante y experto en robots, además de ser sobradamente conocido por sus tiras cómicas dirigidas al mundo académico.

El texto viene a decir lo siguiente:

«Yo soy, y siempre seré, un ingeniero “nerd” de calcetines blancos y protector en el bolsillo. Nacido bajo la segunda ley de la termodinámica, empapado por las tablas de vapor, enamorado de los diagramas de cuerpo libre, transformado por Laplace y propulsado por flujo comprensible.

Como ingeniero puedo enorgullecerme bastante de los logros de mi profesión. La ciencia trata lo que es y la ingeniería trata lo que puede ser. Los ingenieros dedican su vida entera a hacer las cosas mejor y de manera más eficiente. Es una profesión que deja huella en nuestra sociedad de innumerables maneras.

Hace un siglo, el mundo necesitaba mejoras en la calidad de vida (salud, movilidad, hábitos). Por entonces la vida era una lucha continua. El siglo XX estuvo salpicado a menudo por el terror de la guerra y oscurecido por rebeliones sociales para superar la injusticia.

Pero el siglo XX fue también el primero en el que la tecnología puso los principios para hacer llegar las imágenes de aquellos traumas al resto del mundo y conmover a la gente de formas que no habían sido nunca imaginadas. La ingeniería ayudó a crear un mundo en el que la injusticia no puede ser escondida.

Muchos mirarán atrás para ver cómo hemos cambiado y qué hemos conseguido. El futuro es un poco incierto, pero no es disparatado sugerir que el siglo XXI disfrutará de una media de progresos no muy distintos del siglo XX. Es algo por lo que tener esperanza»

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